El idioma es aire que se expande por toda la inmensidad del universo. El Día del Idioma es la plegaria escrita al viento, aquella que se halla erguida en todas sus dimensiones cada 23 de abril, a consecuencia de la celebración que se le atribuye, en donde se nos invita a honrar la lengua que estructura nuestros pensamientos y nuestra manera de desempeñarnos como seres en comunidad: el español.
Dicha lengua es hija rebelde del latín, nacida entre diversas montañas, guerras y silencios. Pasando por distintas voces, con distintos poderes, viajando entre reyes, campesinos, conquistadores e incluso poetas. Surgió en tierra de monarcas, pero no llegó a tomar poder hasta el siglo XV, período en donde se oficializó gracias a personajes como Antonio de Nebrija, con su Gramática de la Lengua Castellana, y los reyes Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Empezando su expansión, además, en el mismo siglo por América, lugar en el cual floreció con nuevos colores y acentos.
Hoy en día, más de 500 millones de personas piensan, sueñan, construyen, se hacen, se edifican en español.

Ahora bien, que la plegaria perciba momento de erguirse justamente el 23 de abril, no es un acto involuntario, esta no ha sido una fecha escogida al azar, si no que es conjunto de los susurros compartidos por la historia y la literatura.
Ese día, en un extraño capricho del tiempo, murieron o fueron enterrados tres personajes relevantes de la literatura, la palabra o la expresión poética: Miguel de Cervantes Saavedra, aquella voz que le dio vida a los molinos y a caballeros errantes, por medio de las aventuras del ingenioso Hidalgo; William Shakespeare, arquitecto de almas humanas en versos ingleses; y por último, pero no por ello menos importante, Inca Garcilaso de la Vega, cuyas estrofas fueron como jardines cultivados en tinta.
Cada uno de estos literatos hizo aportes grandísimos al lenguaje, empezando por Miguel de Cervantes, escritor español, autor de Don quijote de la Mancha, considerada una novela revolucionaria, que puso a actuar en conjunto corazón y mente, siendo así la primera novela moderna en el mundo.
Por otra parte, William Shakespeare, reconocido por su talento en el teatro inglés y en la poesía, transformó la lengua inglesa, creando palabras, giros, metáforas, humanizando historias que repercutieron en cantidades inimaginables de la población. Finalizando el recorrido con Garcilaso de la Vega quien también era español, pero que además de ser poeta era soldado, siendo él el astro de la palabra que introdujo las formas italianas en la poesía castellana, como el bien reconocido, soneto.
Es entonces como, no por viejo que sea el aire, deja de ser aire ni deja de ser imprescindible en nuestras vidas, pues eso es el idioma, eso es nuestra lengua: pilar de culturas, de existencias y de mundos . Así, aún en la actualidad el Día del idioma , lo que él convoca, son reales estrellas en el firmamento que celebrar.

El idioma es más que una herramienta, más que un medio de comunicación: es la base del ser humano, de la identidad que en él se construye, el espejo del pensamiento que en él se edifica y el corazón que en él late con intenso fervor. Sin embargo, hoy vemos cómo se debilita su uso consciente. La Real Academia Española ha alertado de que más del 40% de los jóvenes inciden en errores gramaticales graves en escritura digital, lo que al final se transmite a la práctica en papel, y que además el promedio de vocabulario activo de muchos hablantes ha disminuido notablemente en las últimas décadas, con un uso común de apenas 600 a 1000 palabras, cuando el español cuenta con más de 93 mil registradas.
No obstante, estas cifras no son meramente estadísticas: sino que surgen del reflejo innegable acerca del abandono progresivo del lenguaje como medio de pensamiento crítico y reflexivo. Por eso, celebrar el Día del Idioma es también una invitación a reaprender, a aprehender la lengua: a conocerla, cuidarla y vivirla con intención.
Es a través de la lengua que creamos reflexionamos, amamos, aprendemos e incluso odiamos, como dice la Doctora en Letras Alicia María Zorrilla “Somos lo que de la lengua hacemos.” Los seres humanos sin lengua, en cualquier tipo de manifestación, pero en este caso apelando al español, no pueden ser más que espectros.
Taliana Yelena Arroyo Fernández
Abril 22, 2025
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